viernes, 3 de febrero de 2012

Peter Pan Speedrock means loud, fast & dirty


Hace ya una semana que recibimos en Castellón al trío de speedrock más ruidoso de toda Holanda. Y es que Peter Van Elderen y los suyos dejaron huella en este tranquilo pueblo ofreciendo un directo lleno de sudor, cerveza y rock enérgico. ¿Quieres saber como se las gastan Peter Pan Speedrock?



Como decía, el pasado viernes, el pub Four Seasons de Castellón abría sus puertas para ofrecer uno de los conciertos de la temporada. Peter Pan Speedrock prometía sobredosis de macarrismo y energía. Sus teloneros, Fan The Flames, nos introdujeron en lo que sería el resto de la velada, música alta, muy alta, y rápida, muy rápida. Aún con los oidos pitando estos de despedían para dejar paso al plato fuerte, Peter Pan Speedrock. Mientras trataban de montar todo el equipo (tarea difícil, no parecían tener muy claro que pudieran poner todo sobre el pequeño escenario) la sala se llenaba de gente de todo tipo, punks, rockers, psychos... lleno absoluto, todo indicaba que sería un gran concierto.

Se apagan las luces y la bola de espejos que cuelga del techo comienza a dar vueltas. La gente se agolpa contra el escenario, ya vemos como se preparan en sus puestos. Peter Van Elderen se encarga de la guitarra y de la voz cantante, el malabarista Bart Nederhand en la batería y Bart Geevers tremendo con su precioso bajo de tres cuerdas. Comienza la intro, el volumen a tope y mientras los oídos captan frenéticos riffs de guitarra, no puedo apartar la mirada de Nederhand y sus acrobáticas baquetas. Tan sólo un minuto, eso es lo que tardaron en meterse al público en el bolsillo. Venían para hacerle rodaje a su último trabajo, "We Want Blood", lanzado en 2010. Temas de este último trabajo como "We Want Blood", "Crank Up The Everything" o "Goin' Dowtown" se mezclaron con temazos de la talla de "Go Satan Go", "Rock City", "Come On You" y "Always Drunk, Always Loud, Alaways Right!".


Ni un descanso, apenas paraban de tocar entre canción y canción, lo que convirtió el concierto en un pogo continuo de patadas y puñetazos de principio a fin, una vorágine que te empujaba de lado a lado, perfecto para liberar tensiones y quemar energía. La cerveza volaba por encima de la muchedumbre entusiasmada que respondía con enormes "Yeaaah!!" cada vez que Peter Van Elderen se dirigía al público. El trío, que estuvo impecable y muy entregado a su público, cumplió de sobra con las expectativas de todos los asistentes ¡Brutal!. Quizá lo que nos faltó fue otro bis, pero no importa, ya que aún nos dura el pitido de oídos.



Aquí tenéis el resto de fotos del concierto en mejor calidad, ¡que las disfrutéis!

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